sábado, 14 de junio de 2008

(IX) CHATELET

Pero besa una brisa suave la frente, un ruido conocido nuevo. Fulgurante la entrada en CHATELET. Bienvenido al reino de las luces; los ojos no quieren, el cuerpo se niega y se tensa contra el cristal. Ahora entramos en el río. Bienvenido a los suburbios del agua.
"Y bajar al río. Aún sabiéndonos rutina en este calabozo, bajar al río. Saberse rodeado de agua, acaso parte de un universo extrañado al que siempre se vuelve por afinidades remotas con esta salinidad interior. Una homeostasis necesaria. Saberse quizás en mano de la madre primigenia. Me asomo a la ventana y reconozco despreocupadas medusas cabalgando depresivamente en un mundo teñido de verde, en una corriente continua con quillas de distintos tamaños allá arriba, sedales arrojados, de nuevo el Pequod preparado a arrancar y clavar el salvaje arpón. Solitarios tiburones paseando sin nadie salvo el leguleyo de turno en la chepa, horribles peces abisales con dos retinas, visión de dos velocidades acá en el reino de los muertos".
"Yo también me cambiaba las gafas un momento para pensar, un punto para arreglar los gestos, para detener la mano hacia el hueco de tu pelo y perfilar los labios, copiar igual tu sonrisa y ponerla como mía, pero continuar, ¿sabés?, continuar el rictus éste, un calambre agarrotado y la mandíbula tensa. Y luego tenés que bajar el rostro -ese indudable- tapar ese viento con la mirada, disimulás ¿sabés?, decís cosas del pecho que salen nomás y no ensayás, no lees, no fingís tonterías. Y yo tragar miga y beberme los posos turbios y ocres para ganar tiempo y no transparentar. Acá algo se andá pudriendo, lo se. Pero mirá. Hablaba de peces. La holoturia como una chincheta en en el revestimento del vagón del metro y los lirios fluviales agitando sus filamentos; y sargazos flotando en completa placidez bajo un sol inquietante, pero ajenos a las desgracias dos mil metros más abajo. En fin y ahora andar bajo el río, casi escuchar el Sena manso allá arriba, casi oliendo el barro verde que es su esencia, retomando las palabras que lleva, los rostros, nombres, tazas, dormideras, borracheras, papeles, derrotas, folladuras y sueños"

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